jueves, 11 de octubre de 2007

oído al parche

Un australiano se injerta una oreja en el brazo, como el que se muda de calzoncillos o se cambia el peinado. Una oreja en el brazo. Para oír mejor las baladas de Sting quizá, votado por cierta revista el peor letrista del mundo. No se si el peor o no, la verdad, porque es que yo las letras en anglosajón no las entiendo, mire usted, manías que tengo de no escuchar música (ni mucho menos componerla) en un idioma distinto al que uso para pensar. Esa manía, sí obstante, le habría venido bien al señor Don Mariano Rajoy, que debía estar pensando en hebreo clásico cuando decidió grabarse el video patriótico de marras. Y no lo digo por el video en sí sino por el revuelo que ha armado el susodicho material audiovisual. Por lo visto se lo grabó con su propia cámara, así, sin ayuda ni nada, él solito. Lo que no sé, la verdad no lo sé, es como no le dio por colgarlo en el youtube. Con esto de la automatización de las herramientas de internet ya cada uno puede ser un Don Palomo cibernáutico y colgarse sus videos, sus fotos, sus historias y sus videos desde su pc (puñetero cacharro) con lo que actualmente conocemos como "una interfaz muy intuitiva". Así, el video del Rajoy seguro que habría tenido alguna visitilla que otra en el portal ese de youtube. O se lo habrían retirado, mire usted, por eso de que ahora retiran los videos que hacen apología de la violencia injustificada en las aulas o insultan públicamente a los discapacitados mentales. Aunque no dice nada la prensa de si esto es aplicable a los retrasados (con perdón de los retrasados) que se dejan en ridículo así mismos haciéndose videos con la banderola detrás. Una oreja me voy a injertar yo en sendas posaderas, oiga, para ver si oigo cosas más interesantes que las anteriormente citadas. O al menos más sinceras.

1 comentario:

Diógenes dijo...

Gracias, le devuelvo el saludo.
Ah, las auditivas antípodas...