viernes, 25 de julio de 2008

diario de uno que se emancipó

Pues resulta que me fui de mi casa, de mis padres, de mi hermano, de mi perra, de la comida caliente (y la ducha caliente), de la comodidad del "niño a ver cuando sientas cabeza. Me cambié de sitio por Amor y eso está muy bien. Pero que muy bien. Ahora no hay distancia entre la mujer a la que amo, adoro, pertenezco y deseo, y yo.



Pero... porque siempre hay un pero, paso a relataros, para el que quiera saber algo de cómo me encuentro, algunas de las vicisitudes por las que estoy pasando. La mayoría de ellas no me las esperaba, la verdad, otras son inherentes al debacle natural de un ser humano. Empezaremos hablando de:



LA COMPAÑERA DE PISO



Sí, señores, compañera de piso. Porque me vine a vivir aquí por Amor pero hasta dentro de un mes, o dos, o tres, no me iré a vivir con mi costilla. Y mientras tanto me dedico a buscar trabajo y alojamiento alojado en casa de una amiga común. Una compañera de piso



Por si algun@ ya anda frotándose las manos (o cualquier otra parte de su cuerpo) pensando que lo que se avecina es una retahíla de referencias sexuales o cuasieróticas, va listo. Solo diré un par de cosas para bajarle los humos a quien se haya pensado que "la compañera de piso" es una imagen de lo más prometedor:



1º No soy su tipo. Ni ella el mio, para qué engañarles. Para que yo fuera su tipo debería calzar, al menos una cuarenta (pero de sujetador, si es que eso existe). Llamarme Mandy, o Lucy también ayudaría.



2º ¿Saben esas personas que hablan y hablan y hablan y hablan y hablan y hablan y usted las oye con cara de tonto asintiendo o negando con la cabeza sin tener opción de intervenir, ni para bueno ni para malo en tan interesantísima conversación? Seguro que conocen a alguien así. Pues multiplíquenlo por infinito y tendrán a la protagonista de este capítulo.



3º Eisten personas en el mundo que piensan que la palabra cantautor es aplicable a Bustamante, Malú o Bisbal y que piensan, vehementemente, que, yo que se, El Consorcio, era un ¡¡¡¡"grupo de cantautores"!!!!.

Bien, si este episodio no ha conseguido hacer que sientan nauseas es porque quizá también piensen que el "ave maría cuando serás mia" podría considerarse canción de autor. (Sí, ¿pero de qué autor?)

La persona (con perdón) con la que cohabito es capaza de tener la siguiente conversación:



 
Malú, esa chica que antes era una cantante y ahora es una yonkie del parque 




ella: ¿¿y tú que haces??

yo: pues (entre otras cosas) soy cantautor

ella: ah, ¿y qué música haces?

yo: este... música de... ¿autor?

ella: sí, pero ¿de qué estilo?

yo: soy cantautor

ella: ya, pero como quién??????

yo: como Bisbal... igualito que Bisbal

ella: ay, qué bien, me encantan los cantautores



¬¬



4º ESCUCHA RIGUITÓN MIENTRAS LIMPIA LA CASA arumentando que "la anima". Que a mi solo se me ocurre pensar "Dios, por qué no me arrancas los oídos y los sustituyes por brasas candentes"??



5º Dice cosas como "no comes ná", "¿te gustan las berenjenas?" o "Malú canta y compone muy bien"... que dan mucha cosíca.



Y así, día tras día, paso las horas pensando que cualquier día aparecerán Sergio Dalma, Malú y Mocedades, a darme una sorpresa por mi no cumpleaños.







En el próximo capítulo hablaremos de :



Los curriculums... esos grandes desconocidos.